La acción general de enriquecimiento sin causa: Situación actual y perspectivas futuras

La acción general de enriquecimiento sin causa: Situación actual y perspectivas futuras

Pietro Sirena

Profesor del Departamento de Estudios Jurídicos de la Universita’ Bocconi.


  1. Premisa: consideraciones históricas.

En la experiencia jurídica italiana es aun claramente advertible la desconfianza en relación a la acción general de enriquecimiento sin causa y
resulta, por otra parte, de su absoluta marginalidad en el derecho jurisprudencial efectivo: de hecho, en los reportes son poquísimas las máximas que demuestran la aplicación, y casi todos conciernen a la relación (privada) entre un ciudadano y la Administración Pública.

Tal fenómeno, que no solo es peculiar del derecho italiano, sino que se remonta a todos los ordenamientos jurídicos neolatinos, y marcadamente en el francés, es debido antes que nada a razones históricas, puesto que el instituto del que estamos hablando, como es notorio, era desconocido en el derecho romano: algunos de los remedios elaborados por los prudentes del período clásico (actiones negotiorum gestorum, actio de in rem verso, condictiones) cumplían sí una función homóloga a aquél de la actual acción general de enriquecimiento sin causa, pero ellos se basaban específicamente sobre presupuestos muy rígidos y eran advertidos como acciones distintas y heterogéneas.

En la compilación justinianea las actiones negotiorum gestorum y la condictio indebiti fueron consideradas como un único tipo de fuentes de la obligación: el quasi contractus[1]]. Por otro lado, es probable que los compiladores no atribuyesen sustancial valor a esta fórmula lingüística, cuya reconstrucción como clase de actos jurídicos homogéneos se presentó solo en la escolástica bizantina (probablemente a partir de la Paráfrases de Teófilo[2]).

Al mismo tiempo, los Digesta justinianeos transmitieron la máxima del jurista Pomponio, según la cual aequum est neminem cum alterius
detrimento fieri locupletiorem[3]. Puesto que tal prohibición , como ya se ha dicho, resultaba solo indirectamente sancionada por el derecho anterior, los compiladores, con la finalidad de darle una más completa actuación, tuvieron que ampliar notablemente (y a veces desnaturalizar) el ámbito de actuación de las actiones negotiorum gestorum, del actio de un rem verso y de las condictiones[4], encaminando así una evolución histórica compleja y muchas veces oscura de tales institutos.

En el período medieval, la prohibición del enriquecimiento sin causa, del cual ya se percibían, también en virtud del derecho canónico, fuertes connotaciones morales, encontró una aplicación siempre más amplia[5]. Indudablemente, la actio in rem verso (utilis) desempeñó un rol preponderante[6], tanto que fue finalmente recogida en las codificaciones que mayormente sufrieron elinflujo del derecho común, en una enunciación formal, si bien fuertemente estilizada respecto del modelo romanístico originario[7]: nos referimos al Allgemeines Landrecht der Prebischen Staaten (I, 13, 262 ss) y al ABGB austríaco (1041 ).

Viceversa, en el ambiente jurídico francés la perdurante fidelidad a la construcción conceptual del quasi contractus determinó un rechazo general de la actio de in rem verso (utilis); más bien, a los fines de elaborar un remedio restitutorio análogo, los escritotes del Ancien Régime elaboraron una extensión de las actiones negotiorum gestorum a las hipótesis en las cuales el negocio fuese estado gestionado sin animus aliena negotia gerendi (llamada gestión de negocios anormal[8].

Tal opinión doctrinal, sobretodo gracias a la autoridad de Pothier[9], determinó la no introducción de una autónoma acción general de
enriquecimiento sin causa en el Code Napoleón, el cual, en cambio se atuvo al cuadro conceptual perpetuado por el Corpus Iuris Civilis: disciplinó gestion d’affaires (artículos 1372-1375) y payment de J’indu (artículos 1376-1381) y los recondujo al concepto general de quasi-contrat (artículo 1371). Esta elección fue después seguida por las sucesivas codificaciones del ‘800 de la Europa mediterránea[10], y marcadamente por el Código Civil Italiano de 1865 y el Código Civil Español[11].

La exigencia de disponer de un remedio más general de restitución del enriquecimiento sin causa continuó a ser satisfecha por la doctrina mediante la construcción de la gestium d’affaires anormale, la cual, casi unánimemente acogida por los escritores de la escuela exegética[12], halló entonces una formalización completa en la obra de Demolombe[13]. La disciplina de tal instituto no era aún aplicable a cualquier supuesto de enriquecimiento sin causa, ya que presuponía que fuese estado determinado por una injerencia del mismo sujeto empobrecido en la esfera jurídica de otros.

Fue solo a finales del siglo XIX que, también a continuación de la progresiva destrucción doctrinal del concepto de quasi contrato[14], la jurisprudencia se decidió a superar tal limitación, formalizando la acción general de enriquecimiento sin causa en la célebre sentencia concerniente al affaire Boudier (llamada arrét du marchand d’ engrais)[15]: en efecto se decidió que, luego de la falta de pago del precio
de abonos comprados a un agricultor, el vendedor tuviese el derecho de ser indemnizado por el propietario del fundo en el cual se habían empleado, puesto que él había obtenido precisamente, un enriquecimiento sin causa. Las soluciones elaboradas en el derecho jurisprudencial francés fueron sucesivamente recepcionadas por el código civil italiano de 1942, actualmente vigente.

La acción general de enriquecimiento sin causa, en su forma moderna, nace entonces de la disolución de la categoría conceptual romanística del cuasi-contrato.

Una situación evolutiva análoga se ha delineado en el ambiente jurídico anglosajón, en el cual el concepto de quasi-contract, originalmente concebido como acuerdo implícito o ficticio (implied contract)[16], es hoy prevalentemente reconducido a la prohibición general de enriquecimiento injustificado (unjust enrichment)[17]; este último, ya enunciado por la doctrina jusnaturalistica de Lord Mansfield en el célebre precedente Mases v. Macferlan[18], aparece hoy elaborado sobre el correspondiente modelo dogmático continental, marcadamente alemán[19].

Bibliografía

[1] El cuasi-contrato está ubicado en la célebre cuatripartición justinianea de las fuentes (l. 3, 13, 2); en cambio, no figura (además que en los dos notorios pasajes de Gaio sobre el tema) en la clasificación expuesta por Modestino en D. 44, 7, 52, 1-8 (sobre los cuales, v. CAN NATA, La classificazione delle fonti delle obbligazioni: vicende di un problema dommatico e pratico (I parte), en Materiali perruna storia della cultura giurídica, 1974, p. 53 ss.; MAYER-MALY, Obligamur necessitate, en Zeitschrift der Savigny-

Stiftung für Rechtsgeschichte, Romanistísche Abteílung, Bd. 83, 1966, p. 47 ss.; TALAMANCA, voz «Obbligazioni (diritto romano)», en Ene. der., XXIX, Milano, 1979, p. 39; Tondo, Classificazione delle fonti d’obbligazione en Labeo, 1995, p. 384 s.).

[2] En correspondencia a I. 3, 27 e I. 4, 5 pr. Se lee dos veces (en caracteres latinos)» quasi contrácton» (THEOPHILUS, InstitutionumGraeca paraphrasis, a cargo de Ferrini, Pars posterior, Berolini, 1897, Lib. III, tit. 27, De obligationibus quasi ex contractu, p. 371 ss.; Ius graecoromanum, ed. Zepos, 3, Theophili antecessoris Institutiones, Editio altera, Athens, 1931 (rist. Aalen, 1962), p. 204 s.). Al respecto, v. Tondo, op. cit., p. 386; CANNATA, op. cit., p. 77 ss., nota 88; PACCHIONI, I cuasi contratti e l’azione di

arrichimento, Padova, 1927, p. 4 s.; ALBERT ARIO, Le fonti delle obligación e la genesi dell’art. 1097 del cod. civ., en Riv. dir. comm., 1923, I, p. 508; MAYER-MALY, Divisio obligationum, en The Irishfurist, vol. 2,1967, p. 377; FILOMUSI GuELFI, Enciclopedia giuridica7, Napoli, 1917, p. 332, nota l.

[3] 6 D. 12, 6, 14.

[4] S. RICCOBONO sen., La gestine degli affari altrui e l’azione di arrichimento nel diritto moderno, en Riv. dir. comm., 1917, I, p. 393 ss.; Asrun, voz» Arrichimento (azione di) (premessa storica)», en Ene. dir., III, Milano, 1958, p. 53 ss.

[5] Kurisch, «Arrichimento nel diritto romano, medioevale e moderno», en Dig. discipl. priv., I, Sez. Civ., Torino, 1987, p. 436 s.; BARBIERA, L’ingiustificato arrichimento, Napoli, 1964, p. 61.

[6] Asruri, op. ult. cit., p. 59 ss.; KuriSCH, op. cit., p. 439 ss.; BARBIERA, op. cit., p. 56 s

[7] V. la reconstrucción histórico-comparativa di VECCHI, L’azione diretta, 1990, p. 200 ss.

[8] V., entre los otros, Cu¡Acn Ad Africanum tractatus VIII, Ad L. ult. de negot. gest., en Cu¡Acn Opera ad parisiensem fabrotianam editionem, Tomus quartus, Prati, 1837, c. 273 ss.; Molinaei Commentarii in Priores tres títulos Consuetudinis Parisiensis, Titulus primus, De fiefs, § l, glo. V, In ver. le fief, n. 103 ss., in MouNAEI Opera quae extant omnia, I, Parisiis, 1658, c. 175 ss. Fundamental en tal sentido se demostró el fragmento de U! piano en D. 3, 5, 5, 5 (6, 3) (al respecto, v. RICCOBONO, op. cit., p. 399,

así como VECCHI, op. cit., p. 203 s., nota 108).

[9] Pothier, Du quasi-contrat negotiorum gestorum, Appendice au Traité du contrat de mandat, en Oeuvres de Pothier, par Bugnet, tome 5eme, Paris, 1847 (rist. Bad Feilnbach, 1993), n. 189 ss., p. 248 ss.; ID., Traité du contrat de pret de consomption, Troisieme Partie, Traité du quasi-contrat appelé promutuum et de l’action condictio indebiti, en Oeuvres de Pothier, par Bugnet, tome 5eme, cit., n. 21.

[10] En área germánica, un fenómeno análogo se verificó solo por el Landrecht für das GroBherzogthum Baden de 1809 (sin perjuicio que, hasta la entrada en vigor del BGB, el Code Napoléon continuó a ser directamente aplicado en los territorios del Rheinland); la expresión «quasi-contratto», en particular, fue traducida al alemán con el neologismo Halbvertrag («semi-contrato») (art. 1371 ss.). Además, la categoría conceptual del cuasi-contrato fue empleada por el código sajón de 1863, pero con exclusiva consideración a la gestión de negocios ajenos (Forderungen aus vertragsahnlichen Verhaltnissen, Dritter Theil, Zweite Abtheilung, Erster Abschnitt, § 1339 ss.); las varias condictiones sine causa (o sea, Rückforderung wegen Leistung einer Nichtschuld, Rückforderung des un ter Voraussetzung eines künstigen Ereignisses Geleisteten, Rückforderung wegen unsíttlichen oder unrechtlíchen Grundes, Rückforderung wegen Mangels jedes Grundes), en cambio, fueron disciplinadas en la división residual relativa a las fuentes no calificadas de otra manera (Forderungen aus verschíedenen Gründen, § 1519 ss.), correspondientes a las varíae causarum fígurae del derecho romano (al respecto v. SIEBENHAAR, SJEGMANN, Commentar zu dem

Bürgerlíchen Gesetzbuche für das Konigreích Sachsen2, IJ, Leipzig, 1869, pp. 325 ss. e 390 ss.).

[11] Conforme al planteamiento sistemático del código napoleónico además aparecen los códigos italianos preunitarios (v. CANNATA, op. cit., p. 109 ss.).

[12] LAROMBIÉRE, Théorie & pratíque des obligations ou Commentaire des titres 111 & IV, Iivre III, du code Napoléon (art. 1101 a 1386), tome Seme, Paris, 1857, sub art. 1375, p. 602 s.; MARCAOÉ, Explication théorique et pratique du Code Napoléon, tome Seme, Paris, 1859, sub art. 1375, p. 252 s.; DuRANTON, Corso di diritto civilel secando íl codíce francese4, t. XIII, trad. it. De Paren te, Na poli, 1854-1855, § 647 ss.; LAURENT, Príncipes de droitcivil fram;ais3, tome 20eme, Bruxelles-Paris, 1878, n. 333 ss., p. 361 ss. Un tentativo diverso de suplir la falta de la actio de in rem verso en el derecho francés se debe a ZACHARJii., Handbuch des Franzosischen Civilrechts4, Bd. II, Heidelberg, 1837, § 440, p. 429 ss. (la primera edición es de 1808), quien, reconstruyendo varias reglas esparcidas en el Code, construyó la acción como vindícatio rerum singularium relativa a las cosas no consideradas en sí, sino en su calidad de componentes del patrimonio (v. VECCHJ, op. cit., pp. 208, nota 117, 213; KurrscH, Die Versionsklage,

Heidelberg, 1965, p. 117 s.). Esta teoría conocida en Francia sobretodo gracias a la traducción de Aubry e Rau (la primera edición fue publicada entre 1839 y 1844), se apartaba en realidad netamente de la actio de in rem verso del derecho común, precisamente porque prescindía de una versío (o sea, de una intervención gestora beneficiosa) (v. KurrscH, voz» Arrichimento», cit., p. 442): en las sucesivas ediciones del Cours de Aubry e Rau la action de in rem verso sí apostó definitivamente como acción de enriquecimiento sin causa en el significado actual (v. lo., Die Versionsklage, cit., p. 120 s.; GRAUER, Die ungerechtfertigte Bereicherung im franzosischen Privatrecht, Heidelberg, 1930, p. 10 s.).

[13] DEMOLOMBE, Traité des engagements quise forment sans convention, en Cours de Code Napoléon, t. XXXI, Paris, 1882, n. 48 s., p. 44 ss. Para indicaciones ulteriores sobre la literatura francesa del periodo, v. GRAUER, op. cit., p. 11 ss.

[14] A partir de los últimos decenios del siglo XIX, se difundió largamente en la literatura jurídica continental la tesis según la cual el cuasi-contrato habría representado una figura sin validez teórica (V¡z¡oz, La notion de quasi-contrat, Bordeaux, 1912; RAMM, Der Quasicontract nach den Quellen und se in Werth für Wissenschaft und Gesetzgebung, Leipzig, 1882); la doctrina dominante, salvo algunas aisladas voces en contrario (RICCOBONO, op. cit., p. 379; V. Sc!ALOJA, In difesa dei termini giurídici d’uso, en Studio di diritto commerciale in onore di Cesare Vivan te, II, Roma, 1931, p. 235 ss.), se pronunciaba resolutamente por la abrogación de las normas que se referían, así como por su abandono en sede de discusión científica (en la literatura italiana, v. A. Scialoja, Le fonti delle obbligazioni, en Riv. dir. comm., 1904, l, p. 524 ss.; GJORGJ, Teoría delle obbligazioni nel diritto italianomoderno, V, Firenze, 1909, p. 17 s.; ARE, Le obbligazioni ex lege da! punto di vista della sistematica delle fonti delle  obligazioni, Na poli, 1915, pp. 118, 122; Rotonoj, Fonti delle obbligazioni (schema di lavoro ), en lo., Scritti giuridici, III, S tu di vari di diritto romano e attuale, a cargo de De Francisci, Milano, 1922, p. 491; Scuro, Natura giuridica e fondamento della ripetizione dell’indebido nel diritto civile italiano, en Riv. dir. civ., 1917, p. 46; ALBERT ARIO, op. cit., p. 511; PACCHJONJ, De la gestione degli affari altrui, Padova, 1935, p. 37; lo., 1 quasi contratti e l’azione di arrichimento, cit., pp. 3, 9 s.; en la literatura francesa, v. JossERANO, Cours de droit civil positif fram;ais, IJ, Théorie générale des obligations3, Paris, 1939, n. 10, p. 7, según el cual el quasi-contrato es «une sorte de monstre légendaire, qu’il faut se décider a bannir du vocabulaire juridiqué”; directamente Goublet, La notion du quasi-contrat, These Paris, 1904, p. 51 se adelantó a afirmar que «[. .. ]les dispositions du code civil qui tendent a établir la distinction entre les obligations légales et quasi-contractuelles doivent étre tenues par Il’interprete pour nulles et non avenues»; en la literatura alemana, v. La exclamación de RAMM, op. cit., p. 100: «Fort mit dem Quasicontract aus Wissenschaft und Gesetzgebung!»). Por otro lado, tal orientamiento ya se había manifestado esporádicamente en la literatura iusnaturalista.

[15] Req., 15 junio 1892, S. 93.1.281, con nota de Labbé (la sentencia se puede leer también en H. et L. MAZEAUO, J. MAZEAUO, CHABAS, op. cit., p. 836 ss.).

[16] En tal sentido fue determinante el aporte doctrinal de los Commentaries de Blackstone (v. BrRKS, McLEOD, The Implied Contract Theory of Quasi-Contract, en Oxford ]ournal of Legal Studies, vol. 6, 1986, p. 46 ss.; GoFF, JoNEs, The Law of Restitution, London, 1993, p. 5 ss.; HEEMANN, Action for money had and received, Berlín, 1996, p. 187 ss.; BARBIERA, op. cit., p. 72 s., nota 109).

[17] V. sobretodo GoFF, JoNES, op. cit., p. 12 ss.; BuRROws, The Law of Restitution, London-Dublin-Edinburgh, 1993, p. 1 ss.; cfr. BrRKS, An Introduction to the Law of Restitution, Oxford, 1985, p. 22 ss., el cual duda fuertemente sobre la utilidad de enunciar al respecto un principio general. Para un análisis sintético de los planteamientos teóricos alternativos de la law of restitution, v. Burumws, op. cit., p. 3 ss.

[18] Mases v. Macferlan (1760) 2 Burr. 1005, 1012: «the gistof this kind of action [for money had and received] is, that the defendant, upon the circumstances of the case, is obliged by the ties of natural justice and equity to refund the money».

[19] V. al respecto P. GALLO, L’arrichimento senza causa, Padova, 1990, p. 81 ss.; ZwEIGERT, Korz, Einführung en die Rechtsvergleichung, Tübingen, 1996, § 38 IV, p. 556. En tal sentido, particularmente significativa es la reforma legislativa que en 1995 el Estado de Louisiana ha realizado al libro III, título V del propio código civil, remontado a 1870: en efecto, por un lado ha sido eliminada cualquier referencia a la categoría del cuasi-contrato, por otro lado ha sido introducida la acción general de enriquecimiento sin causa, cuya disciplina ha sido ubicada contiguamente a la gestión de negocios ajenos y la repetición de lo indebido (v. El comentario de BIRKS, Obbligations Arising without Agreement under the Louisiana Civil Code, in Restitution Law Review, vol. 5, 1997, p. 222 ss.).


[El presente artículo pertenece a la Revista Derecho & Sociedad Núm. 20 (2003)]

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